Así como el avance de las nuevas tecnologías afectaron la forma en como nos comunicamos con los demás, también lo ha hecho en otros aspectos de la vida. Conectados constantemente y con mucho más acceso a la información, el nuevo consumidor ha cambiado, pasando de ser pasivo y fácilmente influenciable a uno más informado, que se anima a descubrir y probar nuevos productos y marcas, haciéndolo también menos fiel.
Los mensajes publicitarios estuvieron históricamente orientados a enamorar al cliente, con mensajes de promesas, ofreciendo ser siempre la mejor opción. Esto parece haber dejado de funcionar en la era del consumidor 2.0. Ahora con un solo clic y en la comodidad de su móvil puede obtener información, comparar calidad, precios, leer reseñas y todo esto mientras espera ser atendido por el vendedor de la tienda.
Así también es partícipe de generar opiniones sobre su experiencia de compra. Por esta razón deja de ser un simple consumidor y pasa a ser un prosumer, un consumidor que tiene algo que decir, y esa opinión es importante para otros futuros compradores.
También se ha vuelto sentimental. Su experiencia de compra es tan importante como la del precio o la calidad. Al estar informado no soporta vendedores que no estén a su altura o publicidades tradicionales que choquen son sus ideales. Va más allá de la compra, busca emoción, detalles, salir de lo corriente.
El prosumer no es indeciso, sabe lo que quiere, no le da miedo preguntar, contradecir y comentarlo en sus redes sociales haciendo público su desconcierto o satisfacción, tampoco se conforma con la información que le dan las marcas. Además quiere ser parte, sentirse incluido, exige que sus opiniones sean escuchadas.
Otro aspecto de esta nueva generación de compradores, es su compromiso con luchas que van desde lo social a lo ecológico y en consecuencia piden que las marcas hagan lo mismo. Se vuelcan a los productos sustentables, reciclables o que tengan algún tipo de compromiso hacia la humanidad.
Las tiendas on line y su atención las 24 horas
Así como el comprador paso la barrera de la tienda física, las marcas también lo han hecho. Los ecommerce son casi una exigencia para quienes deseen llegar a sus futuros compradores y clientes. La promesa de estas tiendas suele ser la misma, comodidad, acercar el producto haciendo cada vez más fácil su compra sin importar el día o el horario. Por lo tanto la barrera del horario comercial está desapareciendo o difuminándose.
El consumidor no tiene horarios ni días, quiere comprar en el momento que ha hecho su decisión y la compra online se lo permite. Con el detalle que también se lo entregaran en su casa. Reuniendo así los puntos exigidos por el prosumer: comodidad de comprar y recibir en su propio hogar, calidad, variedad de marcas y precio. A lo que se le suman las comunidades de compradores con los que puede intercambiar opiniones.
Resumiendo podemos decir que el nuevo consumidor no solo es hiperexigente, si no que obliga a las marcas a seguirlo en sus demandas. La publicidad debe adaptarse las redes sociales, mezclándose con las comunidades, con las personas, sus sentimientos, sus preocupaciones. Su satisfacción no está relacionada solo con la marca o el producto, sino más bien con la construcción social de dicho producto.
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Muy interesante el articulo. Saludos!
Muy interesante el articulo, saludos!