El sábado 29 de septiembre se realizó una visita guiada al cementerio La Piedad de la ciudad de Posadas, organizado por la Secretaria De Turismo municipal. Se trató de un circuito peatonal guiado que tuvo como objetivo conocer parte de la historia de nuestra ciudad desde sus comienzos, antes que se llame Posadas.
El recorrido estuvo encabezado por guías y licenciados en turismo, también referentes de la arquitectura. Partió desde el peristilo, la entrada del camposanto, un edificio que fue construido por Alejandro Bustillo y quedó inaugurado en 1879 cuando el pueblo se llamaba Trincheras de San José.
Bustillo, hizo obras importantes en Misiones y en otras provincias como Buenos Aires y Bariloche.
Luego se recorrió lo que fue la primera calle del cementerio. Los guías contaron que las rocas que se encuentran allí pertenecen a las ruinas de Candelaria, son sillares de basalto y las trajeron exclusivamente para el camposanto.
La segunda parada fue la antigua capilla velatoria construida a finales de 1800. Allí se realizaban los velorios, seguidos de novena e inhumación. Esta obra está en peligro de derrumbe debido al arbolito que está creciendo en el techo.
En esa época los velatorios duraban entre 24 o 48 horas, ya que podría haber casos de catalepsia (estado en el cual la persona está inmóvil, en aparente muerte y sin signos vitales, pero en realidad se encuentra viva en un estado que podría ser consciente o inconsciente).
Actualmente el cementerio cuenta con una moderna capilla velatoria que fue reacondicionada en los últimos años, está ubicada en la entrada del lugar y está destinada para las personas de escasos recursos.
El primero en conocer es el más antiguo, el de la familia Zuelet, a fines de 1800.
El segundo, fue al único mausoleo del cementerio que pertenece al Dr. Ramón Madariaga. La obra es además la única realizada en mármol.
Este médico español fue un filántropo, dedicó su vida a ayudar a las personas más necesitadas, vivía en pleno centro de la ciudad, donde tenía su consultorio y a sus pacientes no les cobraba la consulta. A muchas personas les curó de la peste.
Murió pobre en el año 1911, a su sepelio asistieron cientos de personas, (las guías de turismo mostraron foto de la época). La construcción del mausoleo estuvo a cargo de la Logia Masónica Roque Pérez de la que él era miembro.
El hospital de Posadas y una calle de la ciudad lleva el nombre Dr Ramón Madariaga en su honor.
La siguiente parada fue a la del panteón de la familia Reca donde se encuentra los restos del reconocido político misionero Cesar Napoleón Ayrault, quien fuera gobernador en la década del 60’ y vicegobernador en los años 70’ y que perdió la vida en un trágico accidente aéreo junto al gobernador Juan Manuel Irrazábal a fines de 1974, hecho que no está claro si se trató de un atentado y que aún está en manos de la justicia.
Este panteón es de familias compartidas y en su exterior se pueden observar una importante cantidad de placas en homenaje a Ayrault.
El próximo paso fue por el panteón de Juan Barthe, este reconocido inmigrante francés que junto a su hermano Domingo fueron los más destacados de nuestra zona desde sus inicios. Eran dueños de varios comercios, propiedades y tenían campos de yerba mate en Paraguay y Brasil.
La tumba de Juan fue profanada hace muchos años creyendo que en ese lugar podrían haber escondidos objetos de valor.
Cambiando de rumbo y cerca de allí se encuentra la tumba del destacado músico y poeta regional, Alcibiades Alarcón, autor de la canción “misionero y guaraní”. Mientras los guías contaban su historia y mostraban fotos, sonaba esta canción.
“Quiero en mi tumba una escritura en Guaraní”. En el año 1985 su deseo se cumplió y en su tumba hay una placa en ese idioma.
Misionero y Guaraní era una de las canciones candidatas a ser himno oficial de Misiones pero finalmente ganó “Misionerita” de Lucas Braulio Areco.
Otra de las personalidades que se encuentra en La Piedad es quien fuera el futbolista misionero más importante: Ernesto “Tito” Cucchiaroni, fue jugador de la Selección Argentina, salió campeón sudamericano, y en 1955, se concretó su pase de Tigre a Boca como uno de lo más importantes de la época. Gracias a ese pase, el club Tigre pudo terminar de construir su cancha. Cucchiaroni triunfó en Italia, en el Milán y la Sampodria, en el estadio de este club una de las plateas lleva su nombre. Al regresar al país ejerce como DT de Guaraní Antonio Franco. Murió joven a los 43 años.
Antes de comenzar a hablar de “Tito” se hizo oír un relato de un partido de fútbol de Boca, de cuando él era jugador.
Unas de las últimas visitas fue a los panteones neo góticos, construcciones en serie y pertenecen a las familias García de Álamo, Grobli y Dei Castelli, quienes dieron su aporte para el empuje de nuestra comunidad.
La anteúltima parada fue al panteón de la familia Fernícola, dueños de un comercio de pastas en el centro de la ciudad. Se los acusa de que en su negocio se generó la peste bubónica (enfermedad transmitida por ratas) a principios del SXX que se llevó varias vidas, tanto niños como adultos.
La última parada fue al panteón de Clotilde González de Fernández Ramos, una de las más reconocidas educadoras que hizo mucho por nuestra ciudad y que impulsó la creación de varias escuelas. Su casa, en pleno centro de Posadas, es patrimonio histórico y funciona un centro educativo.
Este encuentro, la primera visita guiada al cementerio La Piedad, tuvo como objetivo conocer parte de nuestra historia, la de personajes de la política, arte y demás personalidades que dejaron su huella en la comunidad.